Trabajando

Estoy muy ocupado. Que nadie me moleste o deberá atenerse a las consecuencias...

Mi peor enemigo

Cicuta, bombas, serpientes, cuchillos, traiciones, pinchos, sobredosis de venenos, sogas, estrangulamiento, le quito los ojos...Sin rencores.  No tengo nada en su contra. Pero lo mataría suavemente. Malasangre.

Un retrato

Los mejores retratistas de la Corte suelen hacerme trabajos. Nada mejor que adornar mis aposentos con mi imagen.

Mi amada sobrina Irene

Quiero mucho a mi sobrina. Bastante, la quiero. Aunque ella anda despistada amando en secreto a Nuño de Santillana y sin que se entere su marido, el Comisario de la Villa, mientras está con la Marquesa. En fín; líos sin importancia del día a día...


Tarta de fresas y masajes...

Cada mañana, después de mi desayuno a base de tarta de fresas y otras viandas, no puede faltar mi sesión de masaje. 

Nuño de Santillana

Es el hijo que nunca tuve. Bueno, tener, sí tuve; pero no como él...

Fiestas

No me importa que la Marquesa tenga fiestas corpóreas en su Palacio. Yo siempre he sido partidario de seguir las enseñanzas de amarnos unos a otros. Lo que lamento profundamente es que no me haya invitado a la última...

La costurera

Lástima que está al servicio de la Reina. No me importaría que se ocupara de las sedas de mis sotanas. Requieren una especial delicadeza, siempre bajo mis instrucciones.

Monseñor Adrián

Roma ha envíado a Monseñor Adrían, ya que creen que mi actuación no es la correcta. No me va a quedar más remedio que emplearme a fondo con él. Sin resentimientos.

Saturno

¿Cómo siendo un criado te atreves a decirme lo que tengo que hacer? Dame una razón por la que no deba encarcelarte en las sucias mazmorras.

El maestro

Apresádlo!  Morirá mañana al amanecer...

La Marquesa de Santillana

La Marquesa de Santillana goza de gran prestigio en la Corte. No duda en emplear mis mismos métodos para conseguir sus objetivos, -que no son pocos-. Nos parecemos tanto, que juntos podríamos hacer un equipo invencible. Me gusta entrar en sus aposentos en ese preciso momento que toma sus dignos baños. Noto cierto malestar en sus gestos, pero accede gustosa a mis pretensiones.

El Comisario de la Villa

El Comisario de la Villa me ayuda a mantener el orden de la chusma. No duda en limpiarme el camino para mis humildes pretensiones. Yo le pago bien. Incluso se ha casado con mi joven y amada sobrina. El Comisario debe acatar siempre mis órdenes, ya que de lo contario lo mataré con mis propias manos.

Majestad...

El pobre Rey anda un poco perdido. Tengo que redoblar mis esfuerzos en asesorarle. No puedo permitir que nada se interponga de mala manera en mi camino hacia Roma. Todo sea por el bien de las Españas.

Investigación

La Orden Cardenalicia quiere investigarme. Estoy enormemente ofendido. Se me acusa de que asisto a innumerables fiestas con la nobleza y de acabar a horas intempestivas. Si yo solamente soy un fiel siervo de nuestro Señor...

Un día complicado...

Hoy voy a tener un día complicado. Les he dicho a mis cien criados que no osen molestarme. Van a venir a mi Palacio las nuevas monjitas, y debo, sin excusas, enseñarles el camino correcto a seguir.

Las aventuras del Cardenal Mendoza

Quiero que me recuerden bien y la única manera es hacer yo mismo mi propia Bitácora.